Bruselas, 1815. La noche del 15 de junio ha sido elegida por la duquesa de Richmond para dar un gran baile en honor del duque de Wellington y sus oficiales. Ahí mismo se enteran de que las fuerzas napoleónicas se han adelantado, por lo que los jóvenes militares se ven obligados a librar al día siguiente una batalla en Quatre Bras incluso vestidos con el uniforme de gala de la velada anterior. Muchos de ellos no sobrevivirán a este enfrentamiento y al que surge a continuación en Waterloo, donde Napoleón será derrotado.
El señor James Trenchard es un rico comerciante que ha logrado llegar a una posición económica elevada. Él y su familia logran colarse al histórico baile gracias a la mediación de Edmond Bellasis, quien convence a su tía, la duquesa de Richmond, de invitarlos. Esto obedece al amor que siente por Sophia, hija de los Trenchard.
Solo la madre, Anne, logra ver las barreras infranqueables entre esa clase social y la propia:
“Le gustaba su vida. Ahora eran ricos, prósperos, populares en la comunidad de comerciantes de Londres, y sin embargo James insistía en estropear las cosas con su obsesión de querer más. La obligaría a desfilar por un número interminable de habitaciones donde ni gustaban ni eran apreciados.”
Advierte a su hija Sophia sobre el riesgo de ilusionarse con una pretensión tan elevada, ya que Edmund Bellasis era el hijo mayor de un conde y “no podía elegir esposa atendiendo solo a su corazón.”
A partir de estos hechos, la narración da un salto de veinticinco años con un secreto a cuestas que será el meollo de la trama. La familia comerciante y la noble tendrán que reencontrarse y analizar de nuevo sus diferencias debido ello.
Este es el marco de una pintura social de la época donde el autor enfatiza el hecho de que basta con nacer en alguna clase social para determinar el rumbo de la existencia. Este tema se repite una y otra vez a través de los personajes. Se plantea incluso la injusticia que puede representar ser el primogénito que hereda el título y las propiedades con respecto a sus hermanos que tendrán que conformarse con mucho menos. El sistema social así se ha establecido, de modo que contarán con más suerte unos que otros sin que medien o importen sus posibles defectos o aptitudes.
Todos quieren la oportunidad de ascender en la escala social: los criados que se alojan en el famoso piso de abajo desearían servir en casas de la nobleza aunque no tuviesen las comodidades ofrecidas en hogares de los ricos comerciantes. Estos, a su vez, anhelan ser invitados a las fiestas de la aristocracia y ser admitidos en los clubes de la flor y nata de la sociedad.
Este es el trasfondo de una historia de amor que incluye emociones diversas, conflictos entre clases, secretos, infidelidades, enconos, envidias, buenas y malas voluntades.
La trama en sí es como de telenovela y no hay mayor profundidad psicológica en los personajes, ya que están supeditados a una estructura muy definida para que encaje la trama planeada por el autor.
Por cierto que esta obra fue lanzada a modo de la novela folletinesca del siglo XIX, es decir, por entregas. Espero poder ver pronto la serie, el autor es el guionista de la famosa Downton Abbey.
Julian Fellowes
*Imagen tomada de Internet
No comments:
Post a Comment