Editorial Altaya
Traducción: Mauro Armiño
Ilustraciones: Maurice Leloir
¿Quién no reconoce a los inolvidables personajes que han trascendido por generaciones a través de innumerables publicaciones, versiones infantiles, películas e incluso dibujos animados?
Y es que la historia nos atrae gracias a que sus páginas son realmente estimulantes y entretenidas.
Ya desde el breve prefacio, Dumas nos advierte la veracidad de su escrito, al haberse basado en las Memorias del señor D’Artagnan que encontró en la Biblioteca Real. Más adelante dio con un manuscrito titulado Memorias del señor conde de La Fére, “referentes a los sucesos que pasaron en Francia hacia finales del reinado del rey Luis XIII y el comienzo del reinado del rey Luis XIV”.
Lo cierto es que la obra tiene un pasado conflictivo: es sabido que Dumas se hacía ayudar por una multitud de colaboradores, entre los cuales destacaba particularmente Auguste Maquet, quizá por ser historiador. Se dice que fue él quien escribió los borradores de Los tres mosqueteros y de El conde de Montecristo. El asunto avanzó a tal grado que fue llevado a juicio, del que Dumas salió airoso, al haberse "demostrado" que el sello personal impreso a sus escritos era lo realmente importante.
Maquet publicó incluso un panfleto titulado Alexandre Dumas y Cía., fábrica de novelas. La anécdota más graciosa resultante de todo este asunto es la que se cuenta a partir de un supuesto encuentro entre Dumas padre e hijo, en la cual el primero le preguntaba a su vástago: “¿Ya has leído mi última novela?”, a lo que el joven habría respondido: “Sí, la he leído. ¿Y tú?, ¿la has leído ya?”
En la obra los personajes reales se confunden con los inventados en una historia de ficción. Al tratarse de una novela por entregas (folletinesca), los recurentes elementos de intriga, amor y aventura se hacen presentes de manera espectacular.
D’Artagnan, Athos, Porthos, Aramis y sus insustituibles criados se complementan a la perfección; quizá los mejor delineados sean Athos y D’Artagnan, ya que sus figuras están perfiladas con algo más de profundidad. Milady es el personaje más estereotipado de toda la historia -toda una bruja de cuento de hadas-, ya que refleja bastante bien el extremo tenebroso que contrasta con una belleza extraordinaria (aunque le falte un diente…). Dumas juega con este personaje otorgándole diversos rostros de acuerdo a su estado de ánimo, que la hacen verse terrible (cuando deja entrever su perfidia), o encantadoramente dulce e inocente (de acuerdo a su conveniencia).
El mismo Cardenal Richelieu, que tan perverso se nos muestra en las primeras páginas, palidece ante la maldad de Lady de Winter.
Aunque no pretendo hablar del argumento –de sobra conocido-, debo decir que la construcción de cada personaje es muy interesante (dentro de lo que supone una novela de esta naturaleza). Al final , la misma Milady aclara que Porthos es tonto y Aramis , vulnerable . Los “de temer”, quienes tendrían que ser encarcelados en La Bastilla, serían Athos y D’Artagnan.
El primero es un hombre inteligente, de buena cuna, venido a menos por un malhadado suceso. Cuando D’Artagnan flaquea, él toma las riendas de cualquier situación con la frialdad e impasibilidad que lo caracterizan.
Por otra parte, el joven gascón es el indudable héroe de esta novela, tan arrojado y valiente que es capaz de ir sorteando todas las dificultades que se le van presentando; es él quien realmente –con certeza- proyecta sus intenciones a futuro, hacia la meta soñada. Desde un principio muestra un carácter impulsivo (no es para menos, dadas las enseñanzas de su padre):
"Batíos por cualquier motivo; batíos, tanto más cuanto que están prohibidos los duelos, y por consiguiente hay dos veces más valor al batirse".
Es un personaje tan pasional que se deja llevar por sus arrebatos; la sangre se le sube a la cabeza con facilidad aunque nunca olvida que, cuando es preciso, sus ideas y capacidad de resolución deberán llevarlo por el camino correcto.
La famosa frase "¡Todos para uno y uno para todos!", otorga a los amigos la gran integración que los define: para con ellos mismos serán siempre desinteresados, compartidos y profundamente leales.
Difícilmente habrá alguien que no disfrute con esta magnífica novela, tan vivificante como encantadora.
Indudablemente tengo que continuar a la brevedad con Veinte años después.
Y es que la historia nos atrae gracias a que sus páginas son realmente estimulantes y entretenidas.
Ya desde el breve prefacio, Dumas nos advierte la veracidad de su escrito, al haberse basado en las Memorias del señor D’Artagnan que encontró en la Biblioteca Real. Más adelante dio con un manuscrito titulado Memorias del señor conde de La Fére, “referentes a los sucesos que pasaron en Francia hacia finales del reinado del rey Luis XIII y el comienzo del reinado del rey Luis XIV”.
Lo cierto es que la obra tiene un pasado conflictivo: es sabido que Dumas se hacía ayudar por una multitud de colaboradores, entre los cuales destacaba particularmente Auguste Maquet, quizá por ser historiador. Se dice que fue él quien escribió los borradores de Los tres mosqueteros y de El conde de Montecristo. El asunto avanzó a tal grado que fue llevado a juicio, del que Dumas salió airoso, al haberse "demostrado" que el sello personal impreso a sus escritos era lo realmente importante.
Maquet publicó incluso un panfleto titulado Alexandre Dumas y Cía., fábrica de novelas. La anécdota más graciosa resultante de todo este asunto es la que se cuenta a partir de un supuesto encuentro entre Dumas padre e hijo, en la cual el primero le preguntaba a su vástago: “¿Ya has leído mi última novela?”, a lo que el joven habría respondido: “Sí, la he leído. ¿Y tú?, ¿la has leído ya?”
En la obra los personajes reales se confunden con los inventados en una historia de ficción. Al tratarse de una novela por entregas (folletinesca), los recurentes elementos de intriga, amor y aventura se hacen presentes de manera espectacular.
D’Artagnan, Athos, Porthos, Aramis y sus insustituibles criados se complementan a la perfección; quizá los mejor delineados sean Athos y D’Artagnan, ya que sus figuras están perfiladas con algo más de profundidad. Milady es el personaje más estereotipado de toda la historia -toda una bruja de cuento de hadas-, ya que refleja bastante bien el extremo tenebroso que contrasta con una belleza extraordinaria (aunque le falte un diente…). Dumas juega con este personaje otorgándole diversos rostros de acuerdo a su estado de ánimo, que la hacen verse terrible (cuando deja entrever su perfidia), o encantadoramente dulce e inocente (de acuerdo a su conveniencia).
El mismo Cardenal Richelieu, que tan perverso se nos muestra en las primeras páginas, palidece ante la maldad de Lady de Winter.
Aunque no pretendo hablar del argumento –de sobra conocido-, debo decir que la construcción de cada personaje es muy interesante (dentro de lo que supone una novela de esta naturaleza). Al final , la misma Milady aclara que Porthos es tonto y Aramis , vulnerable . Los “de temer”, quienes tendrían que ser encarcelados en La Bastilla, serían Athos y D’Artagnan.
El primero es un hombre inteligente, de buena cuna, venido a menos por un malhadado suceso. Cuando D’Artagnan flaquea, él toma las riendas de cualquier situación con la frialdad e impasibilidad que lo caracterizan.
Por otra parte, el joven gascón es el indudable héroe de esta novela, tan arrojado y valiente que es capaz de ir sorteando todas las dificultades que se le van presentando; es él quien realmente –con certeza- proyecta sus intenciones a futuro, hacia la meta soñada. Desde un principio muestra un carácter impulsivo (no es para menos, dadas las enseñanzas de su padre):
"Batíos por cualquier motivo; batíos, tanto más cuanto que están prohibidos los duelos, y por consiguiente hay dos veces más valor al batirse".
Es un personaje tan pasional que se deja llevar por sus arrebatos; la sangre se le sube a la cabeza con facilidad aunque nunca olvida que, cuando es preciso, sus ideas y capacidad de resolución deberán llevarlo por el camino correcto.
La famosa frase "¡Todos para uno y uno para todos!", otorga a los amigos la gran integración que los define: para con ellos mismos serán siempre desinteresados, compartidos y profundamente leales.
Difícilmente habrá alguien que no disfrute con esta magnífica novela, tan vivificante como encantadora.
Indudablemente tengo que continuar a la brevedad con Veinte años después.
~ Gracias a quien me animó a escribir un comentario sobre esta novela. :)
14 comments:
Hola:
Ay! Y qué decir de una novela que fue la delicia de mi niñez, refugio de la adolescencia y relectura favorita cuando el aburrimiento acomete.
Sobre todo, ¿qué decir cuando ya todo se ha dicho? (Y lo has dicho muy bien, Andrómeda).
Tal vez sólo queda maravillarse frente a esa maravillosa creación literaria que representó el todos para uno, ya que con los cuatro mosqueteros Dumas consiguió representar todo cuanto de heroico existe en el ser humano: El juicioso y sabio Athos, que guarda discreto sus propios secretos y los de los demás; el refinado y elegante Aramis, modelo de cortesía, galantería, y (cuando esta se lo permite), de virtud; el desmesurado y fuerte Porthos, enorme de cuerpo y grande de corazón; y el joven d'Artagnan, valiente, osado, ambicioso y con la inteligencia de todo un mariscal de campo. Una suma que podría dar un héroe homérico, pero repartida entre las cuatro personalidades, y tal vez por eso se nos hacen más queridos.
Tal vez la grandeza de esta novela sea que, cuando se encuentran dos lectores que la aman, casi de inmediato se preguntan por el capítulo que más les ha gustado. Y entonces intercambian experiencias y rememoran lecturas.
Por mi parte, es "El Baluarte de San Gervasio".
Un saludo! ;)
Vaya, Lluís, me gustaría leer una reseña tuya sobre este libro. Todos los personajes tienen su encanto, sí.
Ese capítulo -"El bastión Saint-Gervais" en esta edición- y los que le siguen, me gustaron mucho. ¿Qué tal lo de la servilleta como bandera? :)
Me encantó también la parte del duelo entre D'Artagnan y los mosqueteros-casi al principio-, en el cual las palabras pueden más que la espada a la hora de amistar a los valientes. Y tantas otras.., como cuando Aramis está por tomar los hábitos y llega D'Artagnan con una carta de su amada (la actuación del pobre Bazin, tan mortificado por este hecho, es excelente).
Sólo espero encontrar una buena edición -traducción- de "Veinte años después" (ese nunca lo he leído).
Mil gracias Lluís, saludos. ;)
Hola, Andrómeda:
Reseña no sé, pero que sólo con leer la tuya me han dado ganas de volver a leerla...
¡Es que lo de la servilleta es el punto donde una travesura se convierte en épica! Hasta entonces había sido una gasconada, pero todo ese juego, el volver a buscarla, el saludar al campamento... ¿lo ves? Es que me emociono...
Veinte Años Después lo leí en castellano en la edición de Porrúa de México, y no me pareció mala versión. Después ya lo conseguí en francés. Mondadori la ha editado en 2004, y Cátedra junto a Los Tres Mosqueteros.
Un saludo!
Bueno pues a ver si te decides a releerla, hasta a mí me da emoción la idea (y eso que acabo de hacerlo). No hay quien no se vuelva a enganchar. :)
Seguro que al menos en Porrúa encuentro "Veinte años después". En esa editorial me leí los dos primeros libros de la serie de "Sandokan" hace poco.
Gracias, saludos!!
Hola Andrómeda! Me encantó tu reseña y la trastienda de escritura del libro me parece interesantísima, no sé si más que el libro. Sabés que el otro día justo hablábamos en bellas artes de los pintores que hacen justo lo mismo, tienen todo un séquito que hace todo el trabajo y luego ellos firman.
Creo que se llamaban escritores negros o algo por el estilo, los que hacían el trabajo, bah. Me gustaría meterme con una novela como esta, si es con ilustraciones tanto mejor.
un abrazo!
Nunca lei nada de alejandro dumas, ni lo volveré a hacer.
No puedo evitar mis pretensiones de outsider.
Saludos cordiales.
¿Qué opinás de enlazarnos mutuamente en favoritos?
Se que es algo que nunca podré hacer, pero yo quiero leer todo Verne , Dumas , Salgari y toda esa excelente novela de aventura.
De Dumas padre leí el conde de Montecristo y Dumas hijo la dama de las camelias.
Pd: Verne es el que más he leido.
Sí, Bárbara, son los "negros". Hace poco leí "Pandora en el Congo", de Albert Sánchez Piñol (muy mala novela pero aborda ese tema de manera curiosa). Dicho sea de paso, su antecedente, "La piel fría", me encantó.
También había oído algo de eso con los pintores...
Si te animas con "Los tres mosqueteros", no te arrepentirás. ;)
Te enlazo ahora mismo, gracias Humanoide. :)
Leo, yo muero por leer "El conde de montecristo" también. Seguro podrás leer todo eso si lo vas intercalando, en realidad no son tantos autores. Yo llevo los dos primeros de "Sandokan" y pienso continuar. También leí varios libros de la serie de "El corsario negro", pero hace tanto que ya no los recuerdo.
Saludos, chicos!
Yo estoy a la espera de tu comentario de Vida y destino, a ver si me lo compro o no...Bueno, pasaba a saludar.
Un abrazo!
Me quedan pocas páginas, me está gustando muchísimo pero es un libro difícil de recomendar...
Gracias Bárbara, ¡abrazos!
Muy buenas,
Alejandro Dumas es uno de mis escritores favoritos, ya sea su séquito de escritores o él mismo (en eso yo no entro), porque el resultado es exquisito. Igual que Lluís, lo leí de adolescente y me encantó. Los tres mosqueteros fue la puerta que me llevó a El conde de Montecristo. Os recomiendo encarecidamente que la leáis. Es, casi con toda seguridad, mi novela preferida.
Un saludo.
Sí, como sea el resultado es maravilloso, Carlos.
"El conde de Montecristo" es una de mis próximas lecturas.
Gracias por la visita, saludos.
Historia de camaradería, amistad y sobre todo aventura, mucha y buena aventura. Aunque todos han repetido muchas veces su grito de guerra, todos conocen sus nombres y las valerosas hazañas y todos sabemos como vestían los inovlvidables mosqueteros, no todos han leído esta inolvidable novela y por eso esta muy bien que tu nos la recuerdes.Me ha gustado la anécdota padre-hijo por bien traída. Un saludo y gracias por tus buenas palabras.
Tengo pendiente la lectura de Veinte años después, pensaba hacerlo inmediatamente después de leer esta novela, pero no he encontrado el momento para continuar con la aventura. :(
¡Saludos!
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