Dúo – Colette

Anagrama, 2006.
Sidonie-Gabrielle Colette, escritora francesa (1873-1954).

En esta novela corta de profusas y bellas descripciones, un matrimonio se ve de pronto arrojado al abismo de los reproches, las actitudes veladas, los silencios… Michel ha descubierto una carta comprometedora y Alice ha aceptado el amorío con el socio de su marido. 
A través de los diálogos y actitudes de estos personajes, así como de María, la criada, como observadora inquisitorial a quien Michel quiere ocultar la realidad a toda costa,  acudimos a este descenso emocional enmarcado en una oleada de desasosiego, mientras que la esencia del entorno enfatizada por la autora recrea por momentos el espíritu del lector en fragantes cuestiones sensoriales:
"Su mujer había colocado el escritorio, viejo y sin belleza, en el profundo vano de la ventana, bajo la luz de mediodía brillante de polvo. Ante ella, un ramito de orquídeas púrpura en un florero de grueso cristal, lleno de agua, testimoniaba que Alice había ascendido desde los prados más húmedos, alfombrados de raíces de alisos y mimbres."
Michel se tortura también con la idea de que los vecinos de su casa solariega de Cransac puedan olfatear lo ocurrido, mientras que Alice se esfuerza por intentar dejar el tema en el pasado contando una verdad edulcorada que de acuerdo a su percepción logre consolarlo. Sin embargo, el aparentar inocencia restando hierro al asunto hiere sobremanera a su marido. 

Sonidos, silencios y aromas continúan amenizando las conversaciones resentidas de la pareja. El afectado reelabora las palabras de Alice centrándose en todos los detalles; lo que ella va contando se le va revirtiendo en un torbellino incesante y sin salida: cuando Alice habla de confianza y amistad con su amante, Michel lo recrea en su mente como algo indigno y lacerante: 
"¡Oh!, querida… Nunca comprenderás lo que es un hombre que ama ni la idea que un hombre se forma de la traición."
Paradójicamente, Michel hubiera deseado escuchar algo más casual para poder perdonarla y aquí se abre una cuestión milenaria: ¿es la verdad el camino de la reconciliación?
"Si me hubieras confesado: 'Una tarde, al anochecer, perdí un poco la cabeza, no sé qué había en la atmósfera…' Hubiera sido el primero en comprender, en perdonar, mi pobre niña…"
Pero el ver a su mujer íntimamente relacionada con el sujeto en cuestión, en un vínculo de suma familiaridad, es lo que trastorna este embrollo que continúa enredándose a través de las situaciones cotidianas con la irremediable tensión de fondo y ciertos miramientos externos que empiezan a aparecer sin que esto indique alguna resolución a corto o largo plazo. 
"Pero Michel, esto no es vivir […] Eres muy amable al darte cuenta de ello."
El infortunio sentimental continúa, Michel se obsesiona con la idea de que si se hubiese tratado de algo distinto las cosas también lo serían, mientras que ella insiste en contar de nuevo esa verdad tan dolorosa que conduce al esposo a pensamientos recurrentes, porque en su mente todo pasará por el escrutinio, cualquier explicación tendrá sus escollos y resultará devastadora. 
"Hasta me asquea un poco; es muy natural. Entregarse a ese… ese tipo, una amistad tierna, consejos, un interés amoroso, su debilidad de convaleciente. ¡Hasta ha osado hablar de confianza…!"
Para Michel la circunstancia presente se encuentra “en el hito donde se estrellan muchos matrimonios”. Alice, por su parte, comienza a añorar la tranquilidad de que hacía tan poco tiempo aún gozaba: “Hace dos días, qué hermoso era todo”

El dolor de uno y la vergüenza del otro continúan ensamblándose a través de malestares diversos y pensamientos destructivos, del miedo al qué dirán, del hecho de no encontrar una salida que aminore la aflicción, la confusión o la desconfianza. La triste pregunta a todo esto se dirige a la mujer: 
"¿Qué nos has hecho?"

El desenlace no deja de impresionar. Esta es una novela dura y hostil, no se trata de un escrito trepidante donde el lector espere encontrar novedades o sorpresas. Simplemente acompañamos a una pareja en la cruda realidad del momento que atraviesa mediante la enorme capacidad creadora, descriptiva e inquisitiva de Colette. 

Colette
*Imagen tomada de Internet. 


8 comments:

Sue_Storm said...

Veo que la has disfrutado. Me alegro mucho. En otro tono completamente distinto, te recomiendo Gigi, de la misma autora. Y por supuesto, Chéri.

María said...

Acabo de darme cuenta que has escrito y vengo todo lo rauda y veloz que me permiten los huecos de la vida...Estoy en el despacho del trabajo...shhhh...en mi momento de paz, antes de que todo comience como si de una orquesta se tratase...antes de los diferentes ruidos y murmullos que de repente nos hacen desaparecer y nos vuelven invisibles para nosotros, y visibles para el mundo.

(perdona, me he despertado hoy elocuente). la verdad es que me ha entusiasmado encontrarme con tus palabras y a pesar de que puede que este librito se haya topado conmigo, no lo había visto. Se volvió invisible entre los demás. De Colette sé poco, pero la tengo en mente, o presente, no sé...es como una de las precursoras visibles de muchas cosas...Como el comienzo de libertades, y de pensamientos. Quizá otras fueron también pioneras, pero ella en Francia, fue quien puso las letras. En fin...de nuevo me voy por las ramas.
El tema del que trata el libro, me recuerda a la película de "dos en la carretera". Creo que es una película que dice mucho de las relaciones de pareja. Hablar de sentimientos, de atracciones,...no hablarlo, perdonarlo,...es todo tan complejo. Me gusta que Colette lo explore y que tú nos lo cuentes del modo tan sencillo y agradable que hace recordar que cada persona es un mundo...y que hay una historia intransferible, que la convierte en la propia traductora de su vida. Nadie puede entenderla mejor...sin embargo, es bonito ver como pueden surgir nuevas preguntas e interrogantes. Puede que sea muy duro, (y no quisiera verme en el papel de ninguno de los dos), pero quizá, exista una dimensión, un lugar donde reencontrarse...o tal vez no.
Las separaciones de parejas que han sido muy amigas entre sí, y con quienes hay una comunicación tan bella, me duelen más que aquellas en las que a pesar de haber vivido experiencias y momentos juntos, no han dejado tanta huella. Sentir que comienzas de nuevo puede ser una aventura maravillosa, pero también está ese instante de amargura...que lo deja todo en nebulosa.

Un abrazo guapísima...que veo que no termino.
Nos leemos.

RebecaTz said...

Gracias por las recomendaciones, Sue, pienso continuar con esta escritora muy pronto. :)

RebecaTz said...

María, qué bellas palabras has dejado plasmadas en ese mensaje, gracias por tomarte el tiempo de escribirlas. Yo apenas empiezo con Colette, aunque sin duda no será lo último que le lea.
Este tema es duro, a mí siempre me entristecen las separaciones. Este caso de ficción es muy realista, lo que para una persona no significa nada (un mero desliz), para la otra puede ser una catástrofe absoluta, irremediable, profundamente triste. Y de aquí pueden partir mil cuestiones que rodean a la infidelidad.
Muchas gracias, ¡un abrazo!

Unknown said...

¡Hola!de tiempo que públicas algo. He visto este libro, a pasado por mis manos (cuando trabajaba en una librería) pero no le tome la importancia debida. Me interesa ese contraste, en la pareja. Últimamente me gustan los libros donde ahonden la psicología de x personaje. Sus sentimientos y pasiones. Lo tendré en cuenta.
Gracias por pasar por mi olvidado blog. No puedo dormir (acá son las 3:51 am) que me puse a revisar el correo y me alegró -y sorprendió- tus comentarios.Ahora ando en wordpress. Te dejo mi link (sorry por el spam) por si te interesa :) un besote y abrazote <3
https://beatlezubooks.wordpress.com

RebecaTz said...

Gracias, Beatle Zu, ya veo que te había enlazado con el blog anterior, Books&Music, ¿ya no vas a escribir ahí?
Enlazo el nuevo.
De Colette quiero leer los que me recomienda Sue_Storm más arriba. Yo también soy muy de lecturas psicológicas, incursionar en el interior del ser humano es lo que me apasiona.
¡Un abrazo!

Unknown said...

Voy a apuntar esa recomendación también. Ya deje de publicar hace meses. No lo eliminé porque me da pena jejejeje ahora ando por el otro lado. Te seguiré por allí. Un abrazo.

RebecaTz said...

¿Sabes que se pueden pasar fácilmente -importando y exportando un archivo- todas esas entradas con todo y comentarios a tu blog en Wordpress? Yo de hecho tengo uno ahí privado solo como respaldo.