Gernika, 1999 (edición original: 1926).
Escritor austriaco (1881-1942).
Nunca deja de sorprender la capacidad de Stefan Zweig de internarse en los recodos de las pasiones humanas. En este caso se exploran a través del joven protagonista, Roland, quien narra sus días de estudiante irresponsable en Berlín hasta que, gracias a la vergüenza de haber sido descubierto por su padre en plena desidia, decide mudarse a una pequeña y reputada universidad en la provincia. En ahí donde conoce al profesor de filología inglesa, hombre que desde un principio lo envuelve en un torbellino fascinante por su profundo interés en Shakespeare y por el vehemente entusiasmo con el que transmite sus conocimientos.
Roland se instala en el piso superior al de su maestro y esto propicia un interesante contacto continuo que culmina en la disposición del joven por ayudar al erudito a escribir y publicar un antiguo e inconcluso proyecto sobre el Teatro del Globo.
A partir de entonces, todas las tardes dedican una hora a tan provechosa tarea y todo sería regocijo si no fuese porque el profesor empieza a transmitir a su discípulo una inmensidad de sensaciones negativas y muy oscuras que lo desazonan profundamente.
“Si, en mi ambicioso celo, tomaba yo la iniciativa de algún acto de complacencia, súbitamente, en medio de la conversación, él apretaba los labios y una palabra irónica me rechazaba. Cierto es que después al ver que me apartaba humillado y turbado, su mirada calidad y envolvente se posaba nuevamente en mí, para calmar mi desesperación… ¡Pero cuán raro, cuán raro era eso...!”
Y así, basta un gesto o una frase ruda para que los días y las noches se transformen en una situación in crescendo que provoca un inquietante malestar que en el libro se percibe como un ambiente denso en que el desasosiego pesa mucho más que las horas amenas que coexisten en él.
“Vanos fueron mis esfuerzos por tratar de tranquilizarme: como cosido en el negro saco de una pesadilla infrangible, luchaba yo con todas mis fuerzas para hallar una explicación y para salir de la misteriosa confusión de esos sentimientos contradictorios.”
La influencia sobre Roland es tan profunda que éste, a fuerza de querer imitar el gusto por un tema o por el estudio en general, logra disparar el ansia intelectual aunque no tanto por sí mismo como por la mediación del otro, ya que sin la presencia del docente no se siente impelido a actuar en cuanto a su propia formación.
No voy a desvelar las causas de esta confusión, que más que de sentimientos es de actitudes y percepciones, pero en esta obra se guarda un sombrío secreto que el joven tal vez por juventud e impericia no reconoce desde un principio.
Roland recuerda estos sucesos determinantes en su vida cuando él mismo es un profesor sexagenario. A pesar de la distancia, los hechos se narran con el ímpetu con el que fueron vividos en ese momento lejano en el que la admiración hacia la personalidad y el saber de un individuo pudieron influenciar profundamente a quien apenas emergía al mundo del conocimiento.
Zweig, sin palabras que condenen a los personajes, describe los delirantes arrebatos que ciertas condiciones arrojan al ser humano al abismo de un mundo hostil y negado a aceptar la diversidad de sus impulsos.
Stefan Zweig
*Imagen tomada de Internet
*Imagen tomada de Internet
13 comments:
La doble perspectiva, la inocencia y el desconcierto de la adolescencia vistos desde un momento posterior en el que ya se comprende todo, es una de las claves de este libro. Pura pasión, puro Zweig. Todo un orgullo haber compartido lectura contigo.
A Pesar de que Zweig es un escritor que me fascina, siempre lo he leído en su faceta de ensayista. Pero esta novela tiene muy buena pinta, y la reseña me ha atrapado por completo, sobre todo desde la palabra "Shakespeare" ;-).
¡Saluditos!
Hola Andrómeda: me dejaste intrigado. Parece una interesante novela. Como siempre te comento que en la biblioteca donde estoy hay un ejemplar de Zweig Las dos hermanas, que compré en una compra-venta a precio regalado.
saludos
Así es, Sue, mil gracias por pasar y comentar, el orgullo es todo mío. :)
Espero que te guste su faceta de novelista, muchas gracias por la visita, Marsar. ¡Saludos!!
Hola, Mario, es muy interesante ese libro de las hermanas, en él Zweig se interna en la dualidad del ser humano. Espero que te guste. ¡Un saludo!!
Andrómeda!! Que curioso...tuve este libro entre manos esta misma mañana...bueno la correspondiente al día 28. No lo adquirí por indecisa...pero estaba en el apartado de recomendados.
Lo presentas tan atractivamente, que apetece lanzarse a sus páginas de inmediato.
Me gusta mucho Zweig,...me resulta versátil y toca muchos temas muy variados.
Va directo a la lista de libros por leer...
Gracias, un besito grande!!
¡Hola Andrómeda! De Zweig, sólo he leído Novela de ajedrez, la que me gustó tanto que no lo puedo creer que no he leído algo más escrito por el novelista. De todos modos, este libro me parece interesante en lo que se refiere a la relación entre el estudiante y el maestro. Gracias por la recomendación. ¡Saludos!
Hola, María, no quise revelar el asunto pero el caso es que Zweig, como bien dices, toca todos los temas humanos habidos y por haber.
¡Te mando un gran abrazo!!
Muy bueno ese título de Zweig, Richard, a mí hasta ahora ninguno de sus libros me ha decepcionado.
Gracias por la visita, ¡saludos!!
lo pones tan bien que dan ganas de sentarse a leerlo de inmediato con un ventilador al lado (¡que calor está haciendo!).
Es un autor que aún debo descubrir, pero tu reseña me anima a que me de prisa para hacerlo.
Un beso,
Ale.
He terminado de leer Amok, el primer libro que leo de Zweig y me ha fascinado, un amigo me ha recomendado "Confusión de Sentimientos" y ya le tengo muchas ganas, me encantó tu reseña :)
Es un libro ESTUPENDO. el lenguaje es increíblemente seductor. Uno no para hasta que acaba.
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