Editorial Navona, 2008.
Escritor norteamericano (1902-1968).
Aunque debo reconocer que me gustó más Cannery Row, no quiero dejar pasar la oportunidad de hablar sobre la continuación en Dulce jueves (Sweet Thursday, 1954), novela que retoma la historia de Doc, de Mack y los muchachos, y de otros personajes tan entrañables como ellos, con la diferencia de que ahora el autor pone un subtítulo a cada capítulo y señala claramente las “florituras” cuando se desvía del tema central.
Volvemos al barrio de las conserveras en Monterey, California. La guerra ha modificado todo y el abandono es notable. Algunos personajes han desaparecido de escena para dar paso a otros no menos pintorescos, como Fauna, hermana de la fallecida Dora, que ahora se encargará de El Bandera del Oso, o el mexicano José y María, nuevo dueño de la tienda de comestibles que Lee Chong vendió para poder irse a comerciar a los Mares del Sur.
Doc sirvió en la guerra, dejando a cargo del Laboratorio de Biología al viejo Jingleballicks, pero al regresar se da cuenta de que su lugar de trabajo está completamente abandonado. Es en este personaje en el que se centra principalmente la novela, ya que se encuentra deprimido y sin un propósito real que colme su vida, situación que causa un gran desasosiego en Mack y los muchachos, siempre dispuestos a ayudarlo.
Doc sirvió en la guerra, dejando a cargo del Laboratorio de Biología al viejo Jingleballicks, pero al regresar se da cuenta de que su lugar de trabajo está completamente abandonado. Es en este personaje en el que se centra principalmente la novela, ya que se encuentra deprimido y sin un propósito real que colme su vida, situación que causa un gran desasosiego en Mack y los muchachos, siempre dispuestos a ayudarlo.
Desde su muy particular punto de vista, Mack supone que Doc necesita a una mujer:
"Necesita una tía para discutir con ella."
"Conozco a un tipo que cada vez que se siente deprimido vuelve con su mujer. Ella le hace apreciar lo que tiene. Luego se vuelve a ir y se siente estupendamente."
Doc pretende centrar su atención en la realización de una monografía sobre pulpos, pero no lo logra por más que tenga papel y una buena cantidad de lápices afilados a su alcance. En realidad, Doc se siente solo; la palabra “solitario” llega a su mente una y otra vez.
Suzy, uno de los nuevos personajes, aparece en Cannery Row con un aspecto desamparado, y pronto consigue empleo en el sitio de Fauna, la cual se propone buscarle esposo al notar en ella pocas aptitudes para el oficio, ya que ostenta con orgullo una estrella dorada por cada una de las chicas que ha logrado hacer un buen matrimonio a pesar de haberse dedicado a la prostitución.
Suzy, uno de los nuevos personajes, aparece en Cannery Row con un aspecto desamparado, y pronto consigue empleo en el sitio de Fauna, la cual se propone buscarle esposo al notar en ella pocas aptitudes para el oficio, ya que ostenta con orgullo una estrella dorada por cada una de las chicas que ha logrado hacer un buen matrimonio a pesar de haberse dedicado a la prostitución.
La consiguiente historia de amor entre Doc y Suzy no me dejó muy satisfecha, ya que éste, a pesar de estar tan necesitado de una compañera estable, encuentra en ella defectos como la ignorancia (la llama “vagabunda iletrada”) y el propio de su condición. Las diferencias logran ser superadas pero la dureza de Doc al juzgar a la muchacha dice mucho acerca de una decisión difícil. Tal vez el autor quiso dejar de manifiesto que los inconvenientes debían pasarse por alto para poder cubrir necesidades afectivas más urgentes, pero lo cierto es que no allanó el camino. A veces la conveniencia de una situación vence cualquier obstáculo, aunque quizá perdure en lo más profundo.
El recurso de que Doc encontrase a José y María rondando la vieja caldera habitada por Suzy –quien decidió abandonar el prostíbulo- me pareció muy trillado, pero permite comprobar que el ser humano reacciona mejor ante cierta presión.
De cualquier manera, en esta obra se tocan fibras muy sensibles; los personajes se vuelcan nuevamente en quien requiera de su unión mediante una causa común, dando así sentido a las vidas de todos por igual. Asimismo, la narración se encuentra plagada de frases tan incisivas como trascendentes, puestas en boca de unos seres que podrían parecer primarios, pero cuyas vidas se han encargado de enseñarles una filosofía muy particular, no exenta de sabiduría.
"Pero Fauna tenía la convicción, nacida de una larga experiencia, de que la mayoría de la gente: uno, no sabían lo que querían; dos, no sabían cómo conseguirlo; y tres, no se enteraban cuando lo conseguían."
El lenguaje me pareció un tanto menos lírico que el del libro anterior, pero con párrafos igualmente notables. Me gustó además la intertextualidad con tantas obras a las que Steinbeck se refiere constantemente, y el aspecto fantástico tan lleno de poesía que se aborda en algunos momentos.
“En la mañana del Dulce jueves, el sol le hizo una jugarreta. La persiana tenía un orificio no mayor que la cabeza de un alfiler. El sol juguetón recogió las actividades de Cannery Row, las deslizó por el orificio de aguja, las puso boca abajo y las proyectó en vivos colores sobre la pared del cuarto de Fauna.”
Buen libro que sin duda se disfrutará más si se lee antes Cannery Row.
18 comments:
Me gusta mucho cuando en los libros se hacen referencia a otros libros. XD. Estoy anotando todo lo que vas leyendo de Steinbeck, es un autor muy interesante. Primero quiero leer Al este del Edén y luego... todo lo demás. Revisitaré tu blog para entonces. Gracias y un beso.
¡Cómo disfruté con esta lectura, Andromeda! A mí, al contrario que a ti, me gustó más este Dulce jueves que Cannery Row, que a pesar de todo me encantó. El final de Cannery Row es para enmarcar, de puro hermoso, pero este Dulce jueves tiene un poco más de rudeza, algo menos de lirismo, en mi opinión, y eso lo ha hecho más de mi gusto, quizás.
En todo caso, conviene leer ambos. Y ahora a por Tortilla flat :)
Como siempre, estupendo comentario, Andromeda :)
Querida Andromeda:
Me reí con eso de la "vagabunda iletrada".
Es que después de leer Las uvas de la ira, se tiene muy presente que hay que continuar con este escritor, Lola. :)
Yo también tengo pendiente Al este del Edén, voy a comprarlo. XDD
¡Un abrazo!
No había pensado que este libro te podría gustar más, Gabo. El buen sabor que me dejó Cannery Row me resultó insuperable con esta novela, pero la disfruté muchísimo (también creo que es mejor leer ambos libros; en realidad bien podría tratarse de una sola obra).
Vamos por Al este del Edén y Tortilla Flat. XD
Gracias, ¡abrazos!
Hola, Carolina, seguro que de cualquier "vagabunda iletrada" podrías escribir un cuento magnífico...
¡Besos!
Podría tratarse de una única obra, como dices. En Cannery Row me sorprendió un poco el tono inicial y me costó asimilarlo. Venía de unas lecturas de Steinbeck muy diferentes. Con Dulce jueves eso ya no me pilló desprevenido y el tono me pareció un poco (sólo un poco) más oscuro.
En todo caso se trata de dos libros estupendos :)
¡Hola Andrómeda!
De Steinbeck sólo he leído La perla (lectura escolar obligatoria), Al Este del Edén (Vargas Llosa en La verdad de las mentiras subtitula su ensayo sobre este libro diciendo "Elogio de la mala novela") y una novelita alegórica que me alejó de este autor: La luna se ha puesto. Este año tengo pensado leer de una vez por todas Las uvas de la ira y reconciliarme con el norteamericano.
Saludos,
R.
P.D. Te cuento que tengo entre manos El museo de la inocencia, la última novela de Pamuk, y creo que voy a ponerla por delante de otros libros a leer. ¿Suele pasar, no?
Me pasó lo mismo con las primeras páginas de Cannery Row, Gabo, pero el conjunto me pareció cercano a lo excelente... No sé si exagero o lo leí en el momento adecuado, pero esas páginas me transportaron... :)
Hola, R., no he leído esos libros (por el momento sólo tengo La perla). Me llama la atención lo de la novela que te alejó del autor (no la conocía), pero seguro que Las uvas de la ira te va a gustar.
A mí siempre me pasa eso de ir intercalando libros en lo ya planeado. Tengo muchas ganas de leer ese libro de Pamuk; ya lo vi por ahí, en Mondadori. Espero tus comentarios.
¡Un saludo!
Hola Andrómeda: un amigo me aconsejó Las uvas de la ira y otro amigo me dijo que es una novela sensacional. Pero las veces que traté de leerla no pude. Hay que leer con fé como decía Faulkner del Quijote,
El libro que reseñas tiene buena pinta, veré si me pongo en contacto con el señor Steinbeck. Me gusta la tala de Dulce jueves.
saludos
Hola, Mario, de verdad que hay obras que se nos resisten; yo ya he comentado por ahí que me pasó con El Golem las dos veces que lo intenté, pero creo que le voy a dar una tercera -y última- oportunidad. :)
¡Un saludo!
No es raro que Steinbeck no guste, y menos raro me parece que Vargas Llosa se atreva a hacer un ensayo sobre una novela suya tildándola de "mala novela". Yo lo tengo claro, entre los dos extremos que podrían representar Vargas Llosa y Steinbeck, me quedo con el segundo. Confieso que lo que he leído de Vargas Llosa me espanta. Y es que todos tenemos derecho a tener nuestras bestias negras.
Me quedo con Steinbeck... aunque escriba malas novelas XD
No he leído ese ensayo, Gabo, pero encontré que Vargas Llosa dice que es:
“una novela pésimamente construida que, sin embargo, se lee con la avidez y sobresaltos de las buenas historias”. (En este sitio)
Tendría que leer la novela de Steinbeck -y el ensayo de Vargas Llosa después- para formarme una opinión, pero si se trata de crítica literaria seguramente es válida (cada punto de vista es muy respetable aunque, desde luego, podemos disentir).
Yo me quedo con ambos autores, de hecho siento una admiración muy especial por Vargas Llosa. XD
Probablemente Vargas Llosa tenga razón. Quizás porque hay cosas que están por encima de la técnica. ¿Qué hace que un cantante flamenco (por ejemplo) sin técnica vocal, pueda emocionarnos? Los flamencos le llaman "duende". Mientras un aficionado a esa música simplemente "pacta" y se emociona con ella, los teóricos siguen intentando analizarlo; pero hay cosas que no pueden medirse. No pueden ser explicadas o recogidas en un papel. Supongo que eso pasa con Steinbeck, que o nos emociona lo que nos propone, o sus errores técnicos nos impiden disfrutar de ello. Yo soy de los primeros.
Sabía de tu admiración por Vargas Llosa, Andromeda. Lamento no compartirla. Seguro que me pierdo algo bueno :)
Lo que te puedo decir es que ha aumentado mi interés por leer Al este del Edén. Por cierto que es posterior a Las uvas de la ira. Yo no tengo duda alguna acerca de la calidad literaria de lo que le he leído (aunque no me gustó su manera de definir ciertas situaciones en Dulce jueves).
Siempre he estado de acuerdo con la idea de valorar a un autor por la totalidad de su obra (o al menos de no hacerlo a través de un solo libro). El mismo Vargas Llosa me decepcionó bastante con Las travesuras de la niña mala.
Me gusta esa exposición que haces acerca de la emoción que puede transmitirse al oyente (o al lector), siempre y cuando el ejecutante lo sepa comunicar. Ya será cuestión de los críticos hacer puntualizaciones que seguramente importarán muy poco a quien lo disfruta sin más.
Pues nada, te propongo la lectura -casi- inmediata del libro de Steinbeck. XDD
Otro autor que debo tener en cuenta. Me recuerda lo que cuentas la película "Rebelde" (salvando mucho las distancias), pero sí de un grupo de amigos y sus circunstancias.
Como siempre, me encanta como relatas las entradas. De verdad...este libro me habría pasado totalmente desapercibido, aunque la portada me gusta.
Un abrazo y felices momentos de lectura!!
No he leído esta obra no la anterior, pero el estilo de Steinbeck siempre me ha resultado de lo más atrayente. Sus historias pueden no parecer especialmente atrayentes si lees un breve resumen del argumento pero en cuanto comienzas a pasar páginas quedas atrapado. Así que tomo nota de la recomendación.
Saludos y felicidades por la reseña!!!
De este escritor tengo pendiente La Perla (por aquello de Lost, que termina este año...¡quiero leerlo ya!) pero tomo nota de que antes de leer este hay que leer Cannery Road.
Muy buena reseña ¡gracias Andromeda!
Un beso,
Ale.
Hola, María, la verdad es que la editorial (Navona) deja mucho que desear porque abundan las erratas (al menos en estas obras), pero las portadas son preciosas. :)
Hola, Gww, a mí me sorprende la forma en que Steinbeck logra conjugar tanta bondad en los personajes redondeándolos a la vez.
Te recomiendo Cannery Row.
Ale, a ver si coincidimos en La perla, seguro ya viste la película con Pedro Armendáriz.
¡Un abrazo a los tres!
Hola andromeda, me encanto tu explicacion del libro y como hablas de la intertextualidad que usa Steinbeck, te escribi al correo que aparece en tu informacion para ver si me podias responder unas preguntas, asi en modo de entrevista, te lo agradeceria. Muchas gracias
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