El vampiro. La familia del vurdalak – Alekséi K. Tolstoi

 Alianza Editorial, 2009.  

Alekséi Konstantínovich Tolstoi (1817- 1875), pariente lejano del famoso León Tolstoi, incursiona en la figura del vampiro en dos relatos que abordan el tema con importantes variantes. La base del primero está en la tradición del upir, mientras que el segundo habla del vurdalak, un ser que centrará su siniestra atención en los miembros de su familia.

Estos escritos se fundamentan, por consiguiente, en antiguas leyendas eslavas que otorgan uno de los más sólidos fundamentos a las características primarias del vampiro, las cuales se desarrollarán y adquirirán un sólido perfil a través de la literatura del siglo XIX. El vampiro eslavo es un ser terrible que en vida pudo haber sido un perverso malhechor o víctima de una muerte violenta, lo que le llevaría a revestirse de tan macabras características, como alimentarse de la sangre de sus víctimas. A estos seres se les podía evadir e incluso vencer clavándoles una estaca en el corazón o decapitándolos, como es sabido, entre infinidad de recursos aportados a través del tiempo por la supersticiosa inventiva popular. La riqueza de estas tradiciones supone múltiples variantes que generalmente convergen en la tétrica naturaleza de estos seres necesitados del líquido vital.

El primer cuento (El vampiro) inicia en un baile en donde el protagonista, Runevski, se encuentra con un desconocido que le señala la presencia de upires (vampiros), y le muestra cómo distinguirlos, ya que estos hacen un curioso chasquido con la lengua. Runevski se muestra un tanto escéptico, pero la suerte lo lleva a relacionarse ahí mismo con la brigadiera Sugrobina (una supuesta upir) y con su nieta Dasha, de quien se enamora inmediatamente.

Más tarde visita la inquietante mansión de Sugrobina, donde diversos presagios y situaciones hacen que medite lo dicho por el hombre del baile, y a pesar de que trata de convencerse de que todo es producto de la casualidad, la incertidumbre se apodera de él, y con razón, ya que su permanencia esa noche en una lúgubre habitación lo lleva a encontrarse con el fantasma de una mujer de la familia, cuya historia se enlaza con otros hechos relevantes.

Esta narración entremezcla, entre situaciones oníricas y alucinantes, sucesos tanto en Rusia como en Italia, así como varias anécdotas dentro de la historia principal, que contribuyen a crear un ambiente complejo y un tanto confuso, cargado de profecías, maldiciones, símbolos y antiguas querellas entre estirpes diversas.

Cabe aclarar que este sobrecargado conjunto se superpone a cualquier intención de infundir miedo que pudiera encontrarse en el relato.

El segundo, La familia del vurdalak, es uno de los mejores cuentos de terror que yo haya leído. Inicia de manera convencional, cuando en una reunión en Viena el marqués D’Urfé propone a sus contertulios contarles un suceso vivido por él mismo, ya que desea narrar una historia verosímil y no conocida a través de terceros.
Este personaje comienza su relato remontándose a la ocasión en que visitó un pueblo serbio en la ruta hacia una misión diplomática, en 1756. Detenido por el hielo del río, se ve obligado a hospedarse en una casa cuyos habitantes se encuentran totalmente abatidos.

Resulta que Gorcha, fundador de la familia, marcha en busca de un bandido turco, no sin antes advertir a su mujer, hijos y nietos que si vuelve en un periodo mayor a diez días no deberán permitirle la entrada al hogar, porque sin duda se habría convertido en un vurdalak “dispuesto a chuparles la sangre”. Les pide también que, en ese caso, le atraviesen la espalda con una estaca. El plazo está por cumplirse ese mismo día.

El marqués procura situar a sus oyentes en el contexto correcto:
“Es preciso que les aclare ahora, queridas señoras, que los vurdalaks, término con que se denomina en los pueblos eslavos a los vampiros, no son otra cosa, según la creencia de los habitantes de estas regiones, que muertos que salen de sus tumbas para chupar la sangre de los vivos. A grandes rasgos poseen los mismos hábitos que los demás vampiros, aunque gozan de una particularidad que los hace aún más peligrosos. Los vurdalaks, mi queridas señoras, chupan preferentemente la sangre de sus familiares más próximos y de sus mejores amigos, los cuales una vez muertos se transforman también en vampiros…”

La familia y el señor D’Urfé ven llegar al viejo Gorcha esa noche, dentro de un lapso tan amenazador como impreciso, pero cuya realidad no tarda en hacerse notar, ya que ni su propio perro es capaz de reconocerlo.
El marqués intenta dormir, pero la presencia vigilante del vurdalak en la ventana de su habitación hace que se dé cuenta de que éste pretende llevarse a uno de sus nietos, por lo que alerta a los durmientes y Gueorgui, padre del chico, sale de inmediato en su búsqueda al no haber podido detenerlo.

En este ambiente tan tenso y escalofriante, D’Urfé se siente inmensamente atraído por Zdenka, hija del vampiro, y este añadido amoroso al relato se integra de forma tan natural (al ser, junto al erotismo, uno de los componentes esenciales del género), que sólo contribuye a redondearlo.

El marqués parte a instancias de Gueorgui en cuanto mejora el clima y seis meses después -una vez que hubo concluido los asuntos que lo condujeron hasta esos parajes- regresa por el mismo camino, encontrándose con un pueblo desolado en el que ningún viajero se atreve a pernoctar, salvo él…

El resto del relato se narra en forma tan vertiginosa y trepidante que el lector se cuidará de no abandonar el libro hasta el final. 

28 comments:

Guacimara said...

Hola Andrómeda, aunque no escribo casi nunca un comentario, sigo tu blog de libros asíduamente. Me fascinan tus imágenes de pintores. Entre ellos están la mayoría de mis preferidos y algunos que no conocía. Un abrazo.

mario skan said...

Parecen dos relatos con buena pinta, particularmente el segundo con ese tinte morbosos de chupar la sangre a los parientes y amigos.La variente eslava incestuosa.
El primero también tiene lo suyo con esa planos de realidades que se entremezclan algo estilo David Lynch-

saludos Andrómeda

RebecaTz said...

Hola, Guacimara, gracias por tus palabras; me alegra que te guste el blog y que coincidamos en gustos en cuanto a pintores.
¡Un abrazo!

Así es, Mario, yo no conocía esta variante incestuosa; La familia del vurdalak es uno de esos cuentos que deberían formar parte de toda antología de vampiros (últimamente lo he descubierto en algunas, aunque antes me había pasado desapercibido).
Me gusta la comparación que haces del primero con el estilo de David Lynch. XD
¡Un saludo!

Carlos said...

Que fantástica elección Andrómeda. El primer cuento no lo he leído pero sí la inquietante historia de La familia del Vurdalak, ciertamente un angustioso cuento de terror, por ser un terror familiar. Te recomiendo la versión que del mismo hizo Mario Bava, Las tres caras del miedo, película de tres episodios, uno de los cuales es la traslación de este cuento con un gran Boris Karloff. Un saludo.

Alejandro said...

De nuevo no conozco el libro que reseñas, pero se ve bastante bueno, sobretodo por lo que comentas del segundo cuento y, en general, por la seriedad con que parecen recuperarse estas leyendas. Sucede que en la actualidad la literatura está atestada de historias de vampiros, cruzadas por novelones románticos y toda clase de cursilerías. Vale la pena echar la vista un siglo antes, para encontrar cosas como esta.

Muy buena tu reseña; saludos desde Bogotá.

RebecaTz said...

No tenía idea de la película, Carlos, mil gracias por la recomendación, ya la estoy buscando. :)
¡Un saludo!

Es muy cierto lo que dices, Alejandro; la figura del vampiro se ha ido transformando para dar paso a seres en los que ya casi no se reconocen los orígenes. La verdad es que no se me antoja leer esas novedades (prefiero conocerlas a través del cine o la TV... je).
Gracias, ¡saludos!

Anonymous said...

¡Hola Andrómeda!
te leo siempre con mucho interés...yo paso de este libro porque soy muy miedosa y luego no duermo...pero tengo un familiar a quien se le encantará que se lo regale ¡muchas gracias!
Un abrazo,
Ale.

RebecaTz said...

Hola, Ale, estos relatos no dan tanto miedo; me parece que El Horla podría dar más juego a la sugestión. A ver si te animas, en cualquier caso será un buen regalo.
¡Abrazos!

Gonzalo Muro said...

Hola Andrómeda. Por alguna razón me resulta difícil asociar a Tolstoi con vampiros, pero la verdad es que estos relatos son la prueba de que estoy equivocado. Coincido con Mario Skan en que me parece más interesante el segundo relato, quizá más actual. En fin, queda tanto por leer de estos maestros que a veces parece casi una pérdida de tiempo leer cosas más actuales (pero peor escritas).

Un abrazo.

Richard said...

¡Hola Andrómeda! Gracias por esta reseña del "otro Tolstoi". Me gustan ambos el tema de los Vurdalak que describes y esa tapa roja magnífica. Al hablar de eso, también me encanta el nuevo look de tu blog. Un placer. ¡Saludos!

Lluís Salvador said...

Hola, Andrómeda.
Cuando digo que estás haciendo un recorrido por la narrativa sobrenatural...
Hay cosas en los relatos fantásticos y de terror de Tolstoi, y en los rusos en general (con la excepción de La Dama de Picas de Pushkin y los cuentos de Gógol, que son muy urbanos) que me llama la atención y es lo telúricos que son, lo muy ligados a la tierra, y por tanto idiosincráticos. Es posible reconocer un relato de terror eslavo de esta manera, y la Familia Vurdalak es uno de los mejores. Como Carlos te ha señalado, la película de Mario Bava es muy interesante, con las limitaciones presupuestarias que conlleva, pero la actuación de Karloff es impresionante. Y, hablando de lo telúrico y lo ruso, ¿puedo recomendarte Una Noche en el Monte Pelado de Mussorgski, PERO sin la orquestación de Rimsky-Korsakoff? Las versiones que hay de cómo la escribió Mussorgski, sin edulcorar, pueden darte una idea de ese concepto que te señalo. Un placer como siempre leerte,
y un saludo!

RebecaTz said...

Así es, Gww, yo espero poder agotar algún día a estos grandes referentes del terror (tengo varios libros del Romanticismo Gótico pendientes).
¡Un saludo!

Gracias, Richard, no te lo pierdas. Ahora estoy tras la pista de La condesa sangrienta, de Alejandra Pizarnik, porque no es fácil de encontrar por aquí.
¡Un abrazo!

Hola, Lluís, gracias por la recomendación, porque sólo estiré un poco el brazo para enterarme de que mi versión es precisamente la de Rimsky-Korsakoff (Night on a Bare Mountain). Sin embargo, es una pieza genial que en este momento me parece incluso bastante terrorífica (el arranque es fabuloso).
Gracias, ¡un saludo!

Blog de literatura said...

Que reseña tan sugerente... Como ya me pasó con "El Horla", tu comentario me da ganas de dedicarle más tiempo a los clasicos de terror, a los que siempre fui aficionado. De hecho, después de leer la reseña del libro de Maupassant me lancé sobre "Otra vuelta de tuerca", que era lo que tenía más a mano en mi biblioteca. Un día de estos le tocará a la antología de cuentos de miedo de Dickens.
Mientras, como no puedo seguir tu ritmo, me conformaré con tus reseñas.

Un saludo,

Javier

RebecaTz said...

Hola, Javier, Otra vuelta de tuerca es uno de esos libros imprescindibles del género. Recuerdo que mientras lo leía por segunda vez -hace dos o tres años- en una edición muy simple (sin prólogo), una amiga lo estaba leyendo también, pero en Cátedra, y solía comentar las interpretaciones que venían ahí. ¡De verdad que no tienen desperdicio! :=0
Por cierto que no conozco esa antología de Dickens, voy a buscarla, gracias.
¡Un saludo!!

Blog de Literatura said...

La recopilación de Dickens lleva el sugerente título "Para leer al anochecer", y está editado por Impedimenta, con la calidad habitual:

http://www.impedimenta.es/ficha.php?id=46

Saludos,

Javier

e. r. said...

Hola, Andrómeda!
Hace poco entontré a una tolstoi yanqui, no me acuerdo el nombre, escritora de best sellers. Capaz lo leo y lo comparamos, pero este parece buenísimo.
Saludos

RebecaTz said...

Anda, Javier, ¡trece historias con títulos estupendos! Mil gracias por el enlace.
¡Saludos!!

Esa sí que es novedad, E.R., ya contarás si te animas a leer algo suyo.
¡Un saludo!

María said...

Este libro no habría sido de mi interés ni por lo más remoto, pero cuando te leo, descubro otro mundo que quizá no estoy dando la oportunidad de conocer. Gracias...Hubo un tiempo que estaba "enganchada" a la literatura rusa. Espero encontrar un hueco para leerlos.
Como es habitual...disfruto inmensamente leyéndote. Descubriendo vampiros de hace siglos y de otras tierras. Volviendo a los orígenes en los que se les podía matar con una estaca... Muy interesante, aunque me daría mucho miedo leerlo antes de dormir.
Un abrazo grande!!

RebecaTz said...

María, últimamente estoy algo enganchada con estas historias; acabo de releer Drácula y tengo en la mira otros títulos, muy clásicos, como el de Dickens que menciona Javier.
Si te animas te recomiendo La muerta enamorada (Clarimonda), de Gautier, que puedes leer aquí. :)

¡¡Un abrazo!!!

Anonymous said...

Hola Andrómeda (¿lleva o no lleva acento??? que no quiero que Azote Ortográfico me de de latigazos..)
tomo nota de que no es tanto de miedo y salgo ahorita a la biblioteca (si, he dicho que no compro más libros hasta que no lea todos los pendientes en mi casa) a ver si lo encuentro. Ya lo he regalado y tuvo una excelente acogida. Me dice mi amiga que le está gustando mucho así que ¡gracias!
Un beso,
Ale.

María said...

Gracias!! Lo tendré en cuenta!!
Besos!!

RebecaTz said...

Ale, "Andrómeda" lleva acento, claro, pero como en otros sitios de internet en que estoy registrada a veces se complica ponerlo, me he acostumbrado a evitarlo.
Cof.., es que me llamo "Andromeda" en inglés. Jajajajajajajaja

Yo he llegado a la conclusión de que los libros de terror más clásicos casi no dan miedo...

De nada, María. :)

¡¡Un beso, chicas!!

Wara said...

Hola, Andrómeda, cuando leí esta reseña por primera vez no sabía que el segundo cuento de Tolstoi figuraba en una selección que bajo el nombre de "Narraciones terroríficas" acababa de encontrar como un tesoro de biblioteca; está publicado por Acervo en el año 68. Contiene auténticas joyas y la verdad es que he descubierto un especial placer por estos libros en los que te encuentras con una veintena de historias que te hacen desear conocer más de sus autores, y bueno, que así estoy yo... buceando en la biblio, jaja.

No sabía lo de la película dirigida por M. Bava, pero debería ver de localizarla, que este señor y el terror, ufff.

Besos.

RebecaTz said...

Hola, Wara, yo también me he topado con alguna de esas antologías que nos hacen buscar y leer más obras maravillosas de muchos autores. :)
Enhorabuena por haber encontrado esas "Narraciones terroríficas", voy a buscarlo en alguna librería de viejo.
¡Un abrazo!

Lluís Salvador said...

Hola:
Las "Narraciones Terroríficas" de Editorial Acervo fue una serie de cerca de cuarenta volúmenes, en cartoné, ya desaparecida y descatalogada. Son difíciles de encontrar, pero cosas más raras se han visto... Lo bueno es poder tener uno que incluya la lista de los publicados, con sus respectivos contenidos. Había de todo, malo y bueno, pero muchas veces era la única manera de tener un clásico que no se había traducido. ¡Ah! Y tenía una serie hermana sobre Ciencia Ficción que creo recordar alcanzó la treintena de volúmenes. Y también se encontraban joyas en ellos.
Un saludo!

RebecaTz said...

Lluís, sin duda eres una mina de conocimientos. Espero que las editoriales hagan un esfuerzo por publicar tantas joyas que a veces caen en el olvido.
Gracias por pasar, ¡un saludo!

russell said...

asi que el vurdalak es el tipo de vampiro que vuelve a casa de sus seres queridos para alimentarse,eso me ha recordado a la miniserie de tobe hooper el misterio de salems lot 1979

RebecaTz said...

Esa no la he visto, Lesley, pero me acabas de despertar la curiosidad. El relato del vurdalak es buenísimo, no te lo pierdas. :)
Gracias por pasar y comentar.